"Y con lo débil de la tierra trillará el Señor a las naciones por el poder de su Espíritu.
-DyC 133:59
Cuando
alguien dice una actividad misional, lo normal que viene a la mente es
tener una noche de hogar o de cine e invitar algunas personas a venir y
aprender mas. Usualmente, el resultado es que unos pocos vienen que no
son miembros. Pero la estaca Tecalco tuvo otra visión. Los miembros
del sumo consejo planearon una actividad sobresaliente. Las
preparaciones empezaron semanas antes cuando los niños de cada barrio
abrieron y aceptaron su llamamiento misional. El día Sábado, 31 de
Mayo, los Eldercitos y las hermanitas reportaron en la capilla de
Tepetlixpa. Recibieron la bienvenida del presidente de misión, el
Presidente Crickmore y su esposa la Hna. Crickmore. Después, recibieron
capacitación de como enseñar y como contactar.
Fueron puestos cada niño con su respectivo compañero, y asignados a un pueblo donde encontrarían y enseñarían familias en específico y contactarían personas en la calle. Estarían haciendo la obra misional tal y como es. Los niños fueron transportados a sus respectivos pueblos y llegaron con ganas de trabajar! Mas que 150 niños estaban en las calles buscando almas para el señor. Su entusiasmo fue algo sorprendente. Todos los lideres gozaron de ver los niños compartiendo algo tan querido para ellos. Enseñaron del plan de Dios y de la importancia de las familias. Dieron folletos e invitaron a las personas a escuchar a los misioneros, y a venir y ver.
Después de proselitar por dos horas, todos los niños regresaron para reportar. Al final de cuentas, habían visitado mas que cien familias y encontrado mas que treinta personas nuevas que aceptaron recibir las platicas de los misioneros. Para finalizar, algunos de los chicos misioneros dieron una breve reseña de su experiencia y su testimonio. Ciertamente los niños entendieron la importancia de la obra que hicieron, y tendrá un impacto en lo largo de sus vidas.
Fueron puestos cada niño con su respectivo compañero, y asignados a un pueblo donde encontrarían y enseñarían familias en específico y contactarían personas en la calle. Estarían haciendo la obra misional tal y como es. Los niños fueron transportados a sus respectivos pueblos y llegaron con ganas de trabajar! Mas que 150 niños estaban en las calles buscando almas para el señor. Su entusiasmo fue algo sorprendente. Todos los lideres gozaron de ver los niños compartiendo algo tan querido para ellos. Enseñaron del plan de Dios y de la importancia de las familias. Dieron folletos e invitaron a las personas a escuchar a los misioneros, y a venir y ver.
Después de proselitar por dos horas, todos los niños regresaron para reportar. Al final de cuentas, habían visitado mas que cien familias y encontrado mas que treinta personas nuevas que aceptaron recibir las platicas de los misioneros. Para finalizar, algunos de los chicos misioneros dieron una breve reseña de su experiencia y su testimonio. Ciertamente los niños entendieron la importancia de la obra que hicieron, y tendrá un impacto en lo largo de sus vidas.
Siempre
podemos aprender de los niños pequeños. Y en este caso todos nosotros
podemos aceptar el llamamiento de un profeta viviente con el mismo vigor
en que los niños de la estaca Tecalco aceptaron y llevaron a cabo los
suyos. Que todos nosotros abramos nuestras bocas y compartamos el
tesoro que tenemos.
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